Ahora si qie sí. Me comentan que aquí la enrada definitiva en el periodo navideño no lo marca el fin del adviento si no el sorteo de loteria de navidad. Asisto estupefacto a un espectáculo que no sé como calificar, todas las cadenas generalistas de televisón, y todas las radios están dando en directo, número por número, las cientos de combinaciones premiadas que salen del bombo, para "amenizar" la espera de la salida de los "gordos", andan recorriendo adminstraciones, entrevistando a loteros y haciendo apología de la esquizofrenia con unos asitentes al "salón" que es evidente están en tratamiento médico. Para soportar la "espera" porque también "llevo", que se dice así, estoy hojeando el libro más recomendable que ha entrado en esta casa, una antología de los cincuenta años de playboy que es un auténtico recorrido por lo mejor de la decadente cultura occidental (sin entrar en la evolución sufrida por el cuerpo famenino, que apenas ha cambiado). Es curioso, que como el look de su creador, que aguanta atractivo, los contenidos mantienen el nivel y las entrevistas, ilustraciones y el humor gráfico siguen siendo excelentes. Una especie de New Yorker que provoca otros sentimeintos de culpa. Por cierto cero asiáticas y cero asiáticos, o se ponen las pilas o perderán el tren del siglo veintiuno.
Feliz navidad a todos, con todo lo bueno que implica esta frase en la tradición judeo-cristiana.
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