sábado, 22 de mayo de 2010
Changoahorro!
No sé si es una indirecta a mi nula capacidad de ahorro, pero esta vaca-hucha es mi último regalo. Como podéis ver yo no hay regalo al que le ponga pegas y a todo le encuentro una utilidad. Aquí represento con mi primo un famoso viaje de espiritulibre en plena infancia a un picadero de laredo, esta historia ha corrido mucho, jiji, pues bien los primitos y ella se subieron en sus respectivos ponies que iban guiaditos por otros familiares, de los primos claro no de los ponies, total que a la vuelta, el de la amiga espíritu quedo con la brida relajada y al ver a su alcance las caballerizas con su comida, bebida, colegas y masaje gratis, decidió acabar un poco antes su jornada laboral y apretó a cabalgar cual caballo desbocado, así lo cuenta ella al menos, hasta llegar al establo. Esto acabó en un pequeño susto y en un gran trauma que lleva a que según me han dicho otras fuentes, confunda a los potros con las yeguas. En fin a mi tampoco me gustan los caballos porque es evidente la desproporción entre cerebro y masa corporal. Espero que nadie haga una lectura metáforica de esta historia, es tal cual la he contado y simplemente hoy no sabia que poner. La vaca me encanta además.
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