A veces me alegro tanto de haber nacido en el sigo XXI. Ayer gracias a la tecnología, pudimos disfrutar del género televisivo por excelencia: la serie. La anterior temporada había terminado en un clímax tan alto que daba hasta miedo especular con qué podía pasar. Gracias a la anarquía de la que se disfruta en internet y del afán colectivista de los aficionados a casi todo, pudimos disfrutar de los dos primeros episodios de la temporada siguiente sin cortes y con el logo de la ABC que creaba la ficción de estar disfrutando del auténtico cable americano. Y gracias a la solidaridad de algunos ilustradosl que saben como andan los españolitos de a pie de capacidad de comprensión del inglés, pudimos duisfrutar de unos magníficos subtítulos que ya les gustaría a muchos traductores de palículas. Como los antiguos alrededor del juglar vimos con una concentración casi religiosa una historia íncreíble, bien contada y bien interpretada.
SPOILER: Sí, GRACIAS A BUDA JACK SIGUE VIVO AL MENOS EN EL CAPITULO 2, Y EL KOREANO TAMBIÉN, LA PECOSA ESTÁ IGUAL DE BUENA Y LA RUBITA HA DESPISTADO AL PERRO, DATO IMPORTANTE: EL GORDO ESTUVO EN UN PSIQUIÁTRICO, DATO CLAVE: HAY DOS LAVADORAS.
(Desde aquí aprovecho a agradecer a patty dispersa su cd, y su empuje para que nos decidiéramos a verlo, tú si sabes apreciar el arte).
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