Un medio de comunicación tan poco neutral como Marca resumía hoy en su portada la crónica de un partido mágico: La noche que el barça salió aplaudido del Bernabéu; un estratosférico ronaldinho "jubila" a los galácticos. Si para unos lo de ayer sonó a fantasía sexual cumplida para otros sonó a "finde fiesta". Tengo una dura teoría sobre la concepción patrimonialista que tiene la derecha del poder en España, paralela a la de los madridistas sobre el título de liga, de manera que los triunfos de otros equipos serían excepciones de un curso natural; no creo en el determinismo y tampoco en los ciclos condenados a repetirse de por vida, me niego a plantearme que esto sea un simple paréntesis en el recorrido triunfador del madrid. Los aplausos y la autocrítica y los piropos al juego del barcelona son dardos envenados a florentino y el star system beckaniano que debían haberse producido durante la semana pasada y no a ayer a partir del minuto 15. En fin por si acaso tienen razón los que entienden de esto, disfrutaremos mientras dure y a mi la cara de felicidad no se me quita en un par de meses, pase lo que pase.
(un diez para la aficción del bernabéu por su comportameinto aunque como siempre lo peor se lo llevan los suyos)
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