domingo, 16 de mayo de 2010

Changytak!


Aquí presento la última aportación de espiritu libre a la religiosidad laica. El altar takeshi. Uno se puede acercar aquí y reflexionar sobre la mediocridad de su vida, pedir explicaciones a dios sobre por qué el mundo no está mejor repartido, establecer comparaciones entre distintos cortes de pelo, analizar la globalización que nos invade, calcular los ingresos publicitarios que puede producir una corta pero exitosa carrera cinematográfica. Y también puede morirse de gusto al ver al chico en múltiples looks y situaciones. Como tiene margen por arriba y por abajo y como sé que en su portátil duermen como otras mil fotos a espera de mejor uso, supongo que esto se irá extendiendo y renovando. Qué extraños son los humanos. Y qué guapos a veces.

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