domingo, 16 de mayo de 2010

Changobruce!


Plan económico para un fin de semana de julio. Temperatura exterior 36 grados.
Visionado de películas de artes marciales.
En primer lugar es necesario agenciarse unos cuantos títulos, este tipo de género hay que verlo muy seguido, porque así olvidas que se trata de cine y entras en un estado mental de conexión total con la idea. Es algo así como ver ópera o ballet, a quién le importa el argumento, joder, lo que importa es la acción, el talento de los intérpretes. En algunos aspectos también me recuerda al porno. Es aconsejable verlo solo o con gente que participe de la mística, porque si no es un coñazo andar dando explicaciones sobre si se puede o no se puede hacer (¿tú puedes cantar como un tenor? no creo). A mí me gusta parar las escenas claves y pasarlas a cámara lenta para apreciar la técnica. Es bueno mezclar distintas propuestas y distintos protagonistas, pero para acabar siempre, siempre, una de Bruce Lee. Este tío es lo más cerca que un ser humano ha estado de ser un dios. Su cuerpo es simplemente perfecto, su técnica impecable, su imaginación explosiva, su look seventies nunca ha dejado de estar de moda. Cuando le veo sin camiseta y en vaqueros tiendo a replantearme muy seriamente mi orientación sexual (conozco a más gente que le pasa). Después de una sesión así, te entrar unas ganas locas de hacer deporte, de forzar tu flexibilidad, de desarrollar tu fuerza, y te arrepientes de no haber comprado el maldito saco de arena. Joder, es adrenalina pura. Amo China, amo Hong Kong, amo el jodido kung fu!!!!!!

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